Historia
La guerra entre lumínicos y oscuros ha estado presente. El conflicto empezó hace más de mil años, cuando comenzaron a manifestarse las diferencias de unas razas y otras. La guerra comenzó, se forjaron alianzas. Como las leyendas cuentas, aquel grupo de razas aliadas, denominados "Los Guerreros de la Luz" salieron victoriosos. Volvieron a los otros, "Los Guerreros de la Oscuridad" a las tinieblas.
Pero quizás eso de lumínicos sea un simple nombre. Incluso la persona que brille con la más pura luz tiene un rincón lleno de sombras.
Y mientras que el más sucio oscuro hace sus maldades, en el fondo de su corazón hay un pedazo de sol que brilla.
¿Y si tan solo son nombres? ¿Y si las diferencias son una nimiedad?
Objetivo
Lo de siempre: ¡ERES LUMÍNICO, TE MATO! ¡ERES OSCURO, TE MATO! Por supuesto, siempre ha sido así xDDD
La historia se desarrollará esta vez en el mundo mágico pero a veces también en el mundo humano.
Fichas
Nick:
Nombre:
Edad:
Raza:
Sexo:
Bando:
Profesión:
Descripción Física:
Descripción Psicológica:
Habilidades:
Defectos:
Amigos:
Enemigos:
Historia:
Armas:
Otros:
Plazas
-Steve/Luz
-Miles Lawrence/Oscuridad
-Claire/Neutral-Oscuridad
-Colin/Luz
Pues los que se apunten :3
¡ALE, A DIVERTIRSE!
15 comentarios:
Nick: Haika
Nombre: Steve
Edad: 17 años
Raza: Es un humano con poderes especiales, sobre todo de invocación y además de metamórficos. No llega a ser mago debido a que no tiene poderes elementales.
Sexo: Masculino. (Heterosexual)
Bando: Luz y no por nacimiento. Según él dice que es neutral. Tiene sangre oscura por sus venas.
Profesión: Antiguo oscuro. Lumínico por obligación. Estuvo desde los catorce años metido en un reformatorio, debido a que se negaba a estar de aquel bando. Sin embargo, por “buena conducta” (es decir, aguantarse las ganas) le han sacado este año y ahora mismo es estudiante. A ratos libres hace misiones como mercenario.
Descripción Física:
Steve es un chico fibroso de músculos poco marcados debido a su entrenamiento en la cárcel. Complexión delgada, piel blanca pero con algo de color, su aspecto es algo desaliñado y rebelde. Alto, mide exactamente 176 centímetros.
Su cabello es corto y liso, de un color castaño claro que a veces puede llegar a confundirse con el cobrizo a la luz del sol. Podríamos decir que sí, de un color caoba.
Tiene unos ojos grandes y expresivos, de un color verde acuoso.
Su vestimenta... Bah, no cambia mucho. Lleva una camiseta amarilla y unos pantalones de camuflaje. Encima de la camiseta amarilla (que es sin mangas) lleva una chaqueta de manga corta de un color azul apagado. A veces como accesorio suele tener una gargantilla de cuero, a lo collar de perro. Y unas muñequeras casi iguales.
Descripción Psicológica:
Una de las cosas que más destacan en Steve es su carácter infantil pero a la vez fuerte, que suele poner nervioso a los demás.
Para empezar, siente un gran resentimiento ante los lumínicos, a pesar de que sean su raza. Además de que también a los oscuros. Es más, odia la guerra de los dos bandos, por lo que a pesar de que ahora esté catalogado como lumínico rebelde, es neutral, lucha por sus propios intereses y le da igual todo.
A veces llega a ser algo confiado, pero en el fondo es un tanto cobarde. Orgulloso, no soporta que le insulten y no parará hasta que lo retiren. Vengativo y a la vez un tanto malhablado.
Habilidades: Fuerte, rápido, ágil. Sus poderes también son buenos. Sabe del manejo de armas de fuego y es ambidiestro.
Defectos: Orgulloso, Vengativo, no tiene equilibrio, a veces se asusta con facilidad y tiene las hormonas revolucionadas (sin llegar a ser pervertido)
Amigos: Bueh, por ahora solo conocidos, amigos nada.
Enemigos: Pues... No sé, quien le moleste, es neutral a todo.
Historia: Su vida no fue para nada fácil. Estuvo al cargo de una madre oscura e irresponsable de dieciocho años... Su padre casi nunca aparecía, tan solo por la noche y discutía con su madre. Recuerda que había una persona a su lado, pero su rostro se le hace un tanto borroso. Aquella persona debería ser un familiar cercano, como su tío o un hermano. Tan solo recuerda que es varón, cuando intenta acordarse de él le viene un inmenso dolor de cabeza y sufre desmayos.
Recibió un ataque lumínico a su casa justo en el momento de la guerra. A los trece años nada más, vio como su madre corría, dejándolo a él solo en el hogar.
Recuerda que aquella fue la mayor paliza de su vida. Tiene una cicatriz en el hombro que lo demuestra. Sin embargo, su padre consiguió llevárselo cerca.
¿Venganza por lo que habían hecho? Atacar un refugio lumínico de las afueras. ¿A quién pillaron? A Steve. ¿Quién se fue corriendo? Su padre.
Lo metieron en un reformatorio lumínico a los catorce años. Se pasó toda su vida quejándose ahí, pero sin dejar sus estudios (por muy extraño que suene de él, Steve se los toma en serio). Lo sacaron por buena conducta y ahora estudia en un instituto del mundo mágico. Pero claro, las heridas del pasado ante los lumínicos siguen ahí.
Armas: Dos pistolas que a veces se pueden transformar en más armas. Un cuchillo escondido... Pero claro, nadie sabe de estas armas.
Otros:
-Tiene una cicatriz en el hombro
Imagen de Steve (Que no me dejaba ponerla u_u)
http://25.media.tumblr.com/tumblr_m2zv4054Md1qlp099o1_500.jpg
http://25.media.tumblr.com/tumblr_m5f0ga0Ew41rve61ao1_500.jpg
Nick: Haika
Nombre: Miles Lawrence
Edad: 26 años
Raza: Licántropo
Sexo: Masculino (Bisexual)
Bando: Oscuridad
Profesión: Espía.
Descripción Física:
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Miles es un hombre atractivo. A pesar de que su aspecto sea un tanto delicado y misterioso, tiene una fuerza increíble, sobre todo por la noche. Mide casi dos metros y su piel es blanca como la nieve, aunque se pone morena con facilidad. Delgado, por no decir esquelético.
Su cabello es corto pero en cantidad, de un rubio tan claro que puede parecer hasta albino. Peinado de manera elegante. Su flequillo es largo y a veces le impide la visión, pero por una parte está hacia atrás.
Sus ojos son medianos, lo más extraño en ellos son su color violeta penetrante. Las pestañas de un color más oscuro que el cabello.
Su vestimenta cambia con su trabajo. Lleva gafas de media montura.
Como lobo es grande y gris.
Descripción Psicológica:
Miles puede parecer una buena persona, hasta hay gente que dice que es lumínico. Sin embargo, la cosa no es así. No se juzga un libro por su portada. En el fondo, Miles puede llegar a ser la persona más cruel que uno ha conocido.
Si hay una forma de describirlo, esa sería tranquilo. Jamás se altera por las cosas, suele actuar de manera relajada hasta algo lenta. Sin embargo, cuando las cosas se ponen serias él es capaz de ser rápido y letal. Jamás se altera por las cosas. En muchas ocasiones suele parecer un tanto inexpresivo. Pero lo primero que refleja Miles es tranquilidad.
Debido a que ha tenido que infiltrarse en muchos lugares, sabe actuar del modo correcto. Un gran actor y mentiroso.
En su verdadera forma tan solo le importan sus intereses, está algo dolorido y tan solo protegería por dinero. Dinero es lo que le mueve. Es difícil que llegue a tener vínculos sentimentales. A veces suele estar un tanto furioso con el mundo por su condición de licántropo.
En los días de luna llena está algo más rabioso de lo normal.
Habilidades: Fuerte, ágil... Bastante inteligente y astuto. Sabe sobre el manejo de toda clase de armas además de que tiene memoria fotográfica.
Defectos: No es flexible ni rápido. Pierde el control de sus transformaciones las noches de luna llena.
Amigos: Nadie
Enemigos: ¿El que debe matar?
Historia:
Su vida al principio fue tranquila. A pesar de que fue cuidado por su abuela y tan solo tenía la compañía de su hermana, en un principio Miles era feliz. Su personalidad contrastaba demasiado con la de su hermana, que era un tanto rebelde. Con ocho años ya tenía una especie de hermano menor, que en realidad era su sobrino... Fue a la primera persona a la que le tuvo cariño por un tiempo.
Comenzó sus estudios y llegó a enamorarse de una humana oscura llamada Bianca. Se casó con ella a los veinte años. Sin embargo, los conflictos comenzaron a llegar. Bianca se preocupaba porque Miles se había separado por completo de su familia y estaba ocupado con su nuevo trabajo de espía. Miles prefería ser un tanto independiente. Se olvidó de su abuela, de su hermana hasta de su sobrino. Ya no recuerda el nombre de ninguno.
Finalmente, llegó a esconder la alianza de bodas algo apenado, después de que Bianca se marchase al mundo humano cansada de él. Sin firmar el divorcio, él la sigue amando y la sigue tratando como su mujer.
Armas: Su transformación lobuna y cualquier cosa que tenga en la mano.
Otros: Nada más. Oficialmente está casado aunque su mujer ya no lo quiera.
Nick: Lucía
Nombre: Claire
Edad: 16
Raza: Ángel oscuro
Sexo: Femenino
Bando: Neutral, pero progresivamente se convertirá a la oscurida
Profesión: Simplemente, estudiante
Descripción Física: http://quizilla.teennick.com/user_images/I/IA/IAM/iamyourhate/1153737059_ffsamsgirl.jpg
Como cualquier joven de su edad, Claire es una chica coqueta y cuidadosa con su imagen.
Tiene la piel clara y suave, es delgada y mide aproximadamente 1’63. Su cabello, rubio, le cae a la altura del pecho, y normalmente lo lleva suelto. Sus ojos son grandes y de un curioso color verde, prácticamente amarillos.
Como toda adolescente, viste con ropa a la moda, de colores muy variados y siempre siguiendo las tendencias.
Como ángel negro, despliega sus alas de color negro.
Descripción Psicológica: En la sociedad en la que vive, ella ocupa el lugar de la líder del grupo, de la chica mimada y popular del instituto. Desde pequeña ha sido consentida y sus padres le han dado lo que ha querido. Además, su carácter fuerte y decidido, junto a su físico de chica mona, la han colocado entre las “ídolos” de su instituto.
Habilidades: Tiene una gran habilidad para las artes plásticas. En el fondo es muy comprensiva y buena amiga, aunque nadie ha buscado eso en ella. Suele tener la solución a los problemas que se plantean.
Defectos: En parte, es independiente y la cabeza de grupo por su desconfianza a los demás. Pero en el fondo no es la chica mimada y popular que todos piensan pues, esta actitud solo es un disfraz para ocultar la chica vulnerable que en realidad es y la tristeza que en realidad siente.
Amigos: Todos los que va detrás de ella y le ofrecen una sonrisa y lo que ella necesite. ¿Pero de verdad se puede llamar amigo a alguien que te hace la pelota?
Enemigos: Todos los que son sus amigos son en realidad enemigos, aunque delante de ella la traten como una reina, está claro que por detrás la critican y la envidian.
Historia: Claire nació en una clase social alta, en la que ha crecido y vivido toda su vida. Es hija de dos ricos empresarios. Desde que ella tiene uso de conciencia, recuerda los viajes de sus padres. Siempre han estado viajando por motivos de trabajo, pasando varios meses fuera de su casa y a la vuelta no pasar más de una semana. Cuando llegaban de esos viajes, compensaban el tiempo que no habían estado con su hija con montones de regalos. Es por esto por lo que Claire siempre ha tenido de todo, aparte de lo que ella pedía y siempre conseguía. Antes, vivía con su abuela, que la cuidaba en las ausencias de sus padres, y a la que siempre tuvo un gran aprecio. Pero a los trece años, su abuela murió. Desde entonces ella ha cambiado mucho su forma de ser. Se ha vuelto más rebelde, y todo esto no es más que un disfraz para ocultar la soledad y tristeza que siente.
Armas: Su forma de ser, es lo bastante estresante así como rebelde para hacer lo que quiera.
Otros: A pesar de todo, Claire es una buena estudiante, y se esfuerza en los estudios sin tener a un adulto que la presione a estudiar.
Nick: Lucía
Nombre: Colin
Edad: 24
Raza: Hechicero
Sexo: Masculino
Bando: Luz
Profesión: Científico
Descripción Física: http://img641.imageshack.us/img641/3828/dioptriefull342572.jpg
Colin es un chico atractivo. Es delgado y alto, tiene el cabello abundante y castaño, así como los ojos verde intenso. Le gusta vestir elegante, aunque no haya ninguna ocasión especial, siempre va bien vestido y arreglado. Tiene apariencia de todo un galán.
Descripción Psicológica: Colin es optimista, tiene mucha autoestima, un hombre con los pies en la Tierra. Le gusta desafiar lo difícil y lo imposible, así como sentirse adorado y respetado. Pero en cambio, no es egoísta. Y aunque este chico aparenta más ser oscuro que lumínico, tiene un motivo por el que pertenecer a la luz. Él ama la libertad de expresión. Quiere lograr por sus propios métodos ser superior a los demás, así como que cada uno se esfuerce por llegar a donde quiera llegar. Pero tras las ansias que tiene por conseguir las cosas, se encuentra un chico capaz de todo, aunque esta actitud sea contraria a las anteriores.
Él sabe que todo tiene consecuencias, y jamás hace nada sin pensar en que puede pasar.
Habilidades: Es un “manitas”, sabe hacer un poco de todo. Es muy inteligente, no le gusta improvisar. Sus estudios e investigaciones se basan principalmente y entre muchas otras cosas en conseguir un elixir para la vida eterna.
Defectos: Es orgulloso, también algo engreído. Este chico busca la perfección en todo, todo tiene que estar hecho a su medida. Si algo no le convence, lo cambia, aunque el cambio implique matar, destrozar o descuartizar.
Amigos: Ninguno, con su fama le basta ¡Bueno! Incluiremos a su novia
Enemigos: Para él nadie alcanza a ser su rival
Historia: La verdad que la vida de Colin siempre fue muy simple. El trabajo de sus padres siempre les había permitido pasar mucho tiempo con su único hijo. Su madre era médico, y su padre científico, al igual que su abuelo, y Colin ha seguido el ejemplo de su familia.
Tiene recuerdos muy tiernos de su infancia, y aunque fue algo rebelde en la adolescencia, siempre llevó muy bien los estudios y pasaba tiempo con sus amigos. A los diecinueve años se independizó, y a día de hoy está cualificado para trabajar en el mundo de la ciencia.
Tiene una novia, Darla, una chica dulce y tierna, aunque un poco caprichosa.
Armas: Como científico que es, tiene acceso a virus y venenos que pueden llegar a ser mortales. Pero como hechicero, sabe utilizar la magia.
Gracias Marta por ayudarme con la ficha ;)
***Empezamos el rol***
Claire
La profesora de biología tuvo que repetir otra vez mi nombre para que la atendiese. Me había quedado embobada mirando el cielo gris, más oscuro de lo normal. Aquel ambiente de humedad y poca luz me llevaba a los tiempos en los que mi abuela me preparaba chocolate caliente junto al fuego...
Pero tuve que volver a la realidad. Aquella llamada de atención no se debía más que al control de faltas. Minutos después sonaba el timbre de salida al patio.
Me odiaba a mí misma. Sí, tengo de todo, pero me falta algo importante. Nadie me ha dado verdadero cariño en esta vida. Para mis padres, parece que tengo 20 años, y que no necesito a nadie que me ayude. Mis amigas, si es que son amigas, me persiguen para hacerse populares. Daría lo que sea por ser otra persona.
Decidí hacer una visita al baño. Me lavé la cara, intenté reprimir las lágrimas. Me miré al espejo, y me dio lástima de lo que aquel rostro bonito ocultaba.
Al salir, vi a un chico... Estaba sentado, apoyado sobre la pared, y sobretodo, solo. Físicamente, nunca había estado sola en un recreo. Pero él sí. Y yo no le conocía. Yo conocía a todo el mundo. Y por algún motivo curioso, quise saber lo que se sentía siendo alguien que pasa desapercibido, sin ser el centro de atención...
Me senté a su lado. Él sorprendido por mi reacción, me miró. Yo con una sonrisa espontánea, respondí a su mirada.
Pensé en salir corriendo, pero un impulso me retuvo e hizo que me quedara.
-Hola -Dije por fin.
Steve
Hacía ya tres días que había acabado en aquella ciudad, aquel fue mi primer día de instituto. Conseguí un apartamento no sé cómo. Bah, voy a cumplir los dieciocho dentro de unos meses, así que aquello daba igual. Ya había pasado el tiempo suficiente solo como para aprender a cuidarme de mí mismo.
Meh, aquí al menos nadie me prestaba atención... Bueno, los profesores sí que lo hacían. Y no precisamente por cosas buenas que digamos. Las clases se pasaban con lentitud debido al aburrimiento... Y sí, me gustaba llamar la atención. Pero en aquellos momentos, comparada con mi vida anterior, era la primera vez que estaba rodeado de gente con futuro. Y no sabía como hacerlo sin que me volviesen a mandar a aquel reformatorio.
Nada más terminar las clases, llegó el momento del descanso. Es decir, al patio. El cielo estaba demasiado oscuro, más de lo normal. Amenazaba con ponerse a llover, pero dudaba que aquello saliese así. Seguí pensando mientras me sentaba en el suelo apoyado contra la pared.
Quizás estuviese demasiado distraído mirando a las nubes y la niebla, pues no escuché los pasos que se aproximaban hacia mí. Tan solo lo noté cuando sentí como es que alguien se sentaba a mi lado.
Una chica bajita, de cabello rubio y con cara de modelo de pasarela se había sentado a mi lado. Ladeé la cabeza ante su sonrisa. Tenía pinta de ser popular y de clase alta, nada más ver su ropa y su aspecto delicado.
Le respondí con otra sonrisa.
—Buenas.
Ahora que lo pensaba, era la primera vez que hablaba con alguien de por ahí. O la primera vez con la que me interesaba hablar con alguien. A los otros me habían dado ganas de ignorarlos.
Me estiré en el sitio para después mirar a la chica. Por su aspecto, parecía tener más o menos la misma edad que yo.
—Soy Steve—me presenté, tratando mostrar desinterés, aunque no se me dio muy bien.
Claire
Buscaba las palabras adecuadas para no darle mala impresión.
-Yo soy Claire. Espero no molestarte...
Las nubes en el cielo se movían de un lugar a otro, cada cual más oscura que la anterior. Algo malo iba a suceder.
Colin
Yo soy joven. Soy joven y aparento serlo. Todavía me falta para la vejez. Pero el fin de mi juventud llegará antes. También soy mortal. Y los días en la Tierra todos los tenemos contados. Nadie sabe cuando morirá, pues ese día puede llegar tanto en la niñez como en la vejez. Tampoco existe un elixir para la eterna juventud. Ni para la vida eterna. Ni para curar toda enfermedad. Y si lo hubiera se planterían cuestiones, como la sobrepoblación del planeta.
El elixir que haga al ser humano inmortal no existe, todavía está por descubrir. Y mis investigaciones se centran en descubrirlo. Todavía soy joven, y tengo toda la vida para descubrirlo. Pero si lo descubro cuando me convierta en un vejestorio, no podré disfrutar de la vida eterna.
Darla me desperto de mi ensimismamiento. Mi novia había llegado del supermercado. Pero su figura, joven y nueva, de apenas 21 años, me hizo visualizarla cuando fuese una abuelita en cama. Lo bonito siempre debería de ser bonito.
Y algo de su compra, me sobresaltó. Miel. Había comprado miel. Y alguna vez escuché sobre las propiedades de las abejas, pero nunca lo examiné a fondo.
Las abejas me conducirían a la fama...
Miles
Me sentía entumecido y cansado, apenas con ganas de levantarme. Ya llevaba un buen rato en la cama despierto, pero sin moverme. ¿De verdad me había pasado tanto tiempo mirando fijamente al techo?
El apartamento en el que me encontraba era agradable. ¿Tenía trabajo? Aún no me habían dado ninguna misión.
Solté un suspiro mientras me levantaba pesadamente, mirando hacia la ventana. No había podido pegar ojo en toda la noche, ayer tuve que poner cámaras de vigilancia en varios lugares y "hackear" el sistema de seguridad de unos cuantos institutos. El cielo era un tanto gris. Yo sabía qué significaba eso.
—¿Caribardis y Escila? ¿Ellas no deberían estar en el estrecho que separa a Italia con Sicilia, en el mundo humano...?
Sacudí la cabeza. Las nubes se arremolinaban en aquel lago.
—Bah, se habrán ido de vacaciones... Lo siento por los chavales de ese instituto, lo van a pasar mal.
Steve
La chica parecía querer buscar las palabras adecuadas para hablar conmigo. Ante sus palabras, hice un gesto con la mano para restarle importancia.
—No pasa nada, la verdad es que no me gusta estar solo—me encogí de hombros mientras sonreía—. Claire... Bonito nombre.
Quizás fuese mi instinto o porque ella también miraba al cielo. Pero tenía un mal presentimiento. Las nubes comenzaban a arremolinarse en el cielo. Según el informe meteorológico, hoy iba a ser un día perfecto soleado y de cielo azul. Muchos pensarían que simplemente se habían equivocado y mucho. O que iba a caer rayos de un momento a otro mientras llovía con violencia. Pero aquel cielo no me daba buena espina.
Que se jodan los lumínicos y vayan a comprobarlos ellos.
Cuando miré de nuevo las nubes, estas tenían forma de torbellino negro. Me sobresalté al verlo... Incluso me pareció que llevaban agua dentro. Estaban en el río. Aquello no era normal.
—¿Qué demonios...?
Me levanté alertado para después mirar a Claire.
—Tú también lo notas, ¿verdad? ¡Eso de ahí no es normal!
Cualquiera que me viese pensaría que estaba chiflado. Pensaba que ya se encargarían los otros... Pero no. Nadie iba a por ese lugar.
Claire
Ya levantada, contamplé sorprendida aquel torbellino... No era normal. Steve y yo nos habíamos percatado, pero nadie más se había dado cuenta. O mejor dicho, no querían darse cuenta.
-Hay que hacer algo... ¿Qué eres? ¿Tienes algún poder? Yo soy ángel.
La palabra "ángel" no sonó muy convicente. Era un ángel oscuro, por eso la primera denominación sonó extraña. Nunca me hizo ilusión ser ángel oscuro, pero tampoco blanco. Quería llevar una vida humana, por ello, solo desplegaba mis alas cuando era necesario.
Mi padre me solía contar porque era un ángel oscuro. Cuando yo era una recién nacida, falleció mi otra abuela, también ángel de alas negras, mi padre, era el siguiente, y después de él, fui yo.
-No me voy a quedar aquí quieta viendo como esto se destruye... ¿vienes?
Colin
Un sudor frío me dio los buenos días. Espera, yo ya había despertado antes... Darla no estaba, se había levantado antes. La escuché canturreando en la cocina, y me acordé de que aquella mañana, tras que ella volviese de comprar había decidido dormir un rato para recuperar las horas de sueño de la noche anterior.
Me vestí y le dije a mi chica que iba a salir. Nuestro apartamento se encontraba en una avenida algo extensa, muy bien situada y en el centro de la ciudad. Encaminé mis pasos hacia un pequeño café del no muy lejos de allí. Había quedado con un viejo amigo, científico también, para llegar a unos acuerdos.
Se estaba extendiendo enfermedades raras. Raras y peligrosas. Estábamos trabajando en una vacuna para ellas, y si todo salía bien, en unos días vacunaríamos a unos adolescentes para que no puedan pillar esas enfermedades. Tendríamos que ir a un instituto, así que tendríamos que hacer fórmulas tanto para humanos como para seres mágicos.
Steve
Abrí los ojos como platos cuando Claire me dijo su verdadera identidad. Vaya, la verdad es que no debería sorprenderme, aquí hay tanto humanos como seres que no lo son. Sin embargo, jamás hubiese imaginado que ella era un ángel. Si me ponía detenidamente a mirarla, pues guau, sí que podría parecerlo. Pero había algo en ella que no me cuadraba. Me llevé una mano a la nuca mientras desviaba la mirada hacia el suelo, tratando de ocultar mi fascinación.
—Vaya, conque un ángel. Yo... bueno, tengo poderes, pero son largos de explicar.
<< Además de acceso a armas. >> Pensé. Sin embargo, no lo dije en voz alta debido a lo extraño que debería sonarle.
—¡Por supuesto!—me coloqué a su lado mientras comenzaba a estirar los brazos. Me di cuenta que en el patio del recreo había unos cuantos profesores de guardia. Estaban en grupos y paseaban por el lugar.
Solté un bufido cuando comencé a imaginarme la reacción que tendrían ellos cuando les explicásemos como lo que íbamos a hacer.
—Espera... Seguramente dirán: ¿Estáis locos? Es peligroso para gente de vuestra edad, además de que lo usaréis como excusa para hacer pellas—hice como si fuese la mano que hablase imitando a los profesores, mientras ponía una voz chillona y aguda, en plan voz de imbécil. Pues claro que era un gesto infantil, ¿qué más daba?—Nah, no hay tan buena seguridad. En esta esquina casi nadie se fija. Tan solo tenemos que ser cautelosos y saltar las barras.
Ya había tratado de escaparme de mi "cárcel". Una vez lo conseguí, pero me pillaron nada más salir. A partir de ese momento pusieron más seguridad que la anterior. Parecía un campamento militar. Aquí estaban más seguro de que no se escaparían.
Las barras eran altas. Pero debido a que podía cambiar mis habilidades físicas, era capaz de dar un salto casi imposible para saltarlas y acabar en la calle.
—¿Y bien? ¿Eres capaz de saltarlas o quieres que te aúpe?
Claire
¿Saltarlas? ¿Auparlas? Yo podía volar. Pero debía de procurar no llamar la atención.
-No te preocupes por mí. Puedo volarlas, nadie se dará cuenta.
Una vez al otro lado, miré a mi alrededor. Aquel torbellino, o lo que quisiera ser, se acercaba hacia nosotros. Lo primero que pensé hacer fue salir corriendo en su dirección. Pero pensándolo, no sería muy prudente.
-¿De dónde ha salido...? ¿Se traga a la gente?
Me obligué a recuperar el sentido común. Eso que yo estaba viendo era anómalo, pero no podía hacer una pregunta así por las buenas.
-Creo que sería mejor actuar por separado... Voy a preguntar a la gente si sabe algo. Me reuno contigo en unos minutos... Ten cuidado.
Necesitaba saber algo antes de acercarme a aquel viento negro. De donde había venido, porque, si lo habían visto aparecer en el río, primero tendría que haber pasado por algún pueblo vecino. Y si así fuesen, algunos contactos míos ya lo sabrían... Y si no, el torbellino no es natural.
Antes de poder contestarme, hice el intento de marcharme. Pero no podía irme sin hacer una cosa que ni siquiera mi celebro había procesado.
Al lado de Steve, me puse de puntillas, y en su clara mejilla, le regalé un sincero pero delicado beso...
Steve
Alcé una ceja cuando ya Claire estaba al otro lado. De todos modos, no dije nada. Aquel torbellino parecía cada vez más grande, como si de agua se tratase. Al menos yo lo pensaba así. Fruncí el ceño al intentar pensar algún plan. Si seguía así, el torbellino que en aquellos se encontraba en el lago, llegaría hasta la ciudad. Y vale que aquí la seguridad sea muy buena y todas esas tonterías, por ahora nadie se había percatado de ello.
—¿Tragarse a la gente?—ladeé la cabeza—Podría ser... Pero si se los ha tragado, seguramente por la presión acabarían aplastados o muertos. Esperemos que no.
Un escalofrío recorrió mi espalda nada más pensar en ello. No quería que nadie muriese allí.
Asentí ante eso de separarnos. La verdad es que así el trabajo sería mucho más eficaz... Y si continuaba con Claire a mi lado sería una distracción y por la falta de concentración seguramente aquel negro torbellino me tragaría... Y si no estaba demasiado atento, a ella también. Además, no quería poner a prueba mi teoría sobre lo que ocurriría.
Iba a responderle, pero su gesto me había sorprendido tanto que por un momento pensé que perdí el habla. Ella... ¿acababa de darme un beso en la mejilla? Abrí mucho los ojos, pero Claire ya estaba caminando para investigar por sí misma.
—¡Vale, entonces nos encontramos en quince minutos!—Exclamé, mientras me daba media vuelta y me disponía a buscar algo de utilidad.
De acuerdo, seguramente ella preguntaría por los alrededores. Miré de nuevo el torbellino... ¿Debería dirigirme hacia allí? De acuerdo, tenía armas. No estaba del todo desprotegido. ¿Qué malo podría ocurrirme?
Me llevé una mano a la mejilla. Algo estaba claro, era la primera vez que una chica se me acercaba tanto. Y por eso, iba a salir con vida de aquella.
Colin
Aquella reunión fue bien. No se prolongó demasiado, Edward era un hombre sociable e inteligente, así que no fue difícil negociar con él. Me vendió la base del antídoto para la bartiloide, una de las últimas enfermedades extendidas por el mundo mágico. Se trataba de una bacteria, sería fácil conseguir medicamentos a partir de ella.
De nuevo, volví a casa, aunque tomé un desvío. Quería pasar por el estanco para comprar un paquete de cigarrillos. En el estanco, estaban viendo las noticias de última hora. Aparecía un torbellino negro, y pude identificar el escenario: estaba en las proximidades del río, a las afueras de la ciudad. Aquello no tenía sentido...
Claire
Eché unas monedas en el teléfono para hacer una llamada. Marqué de memoria el número de teléfono de Alma. Era amiga de mi madre, para mí ha llegado a ser como mi propia tía. Vive justo en un pueblo al lado del nuestro, y según lo que había estudiado en clase, si aquí hay un tornado, primero tiene que haber pasado por allí.
Negativo. Jamás hubo existencia de ese tornado en aquella zona.
Una palabra se vino a mi cabeza: magia. Magia, maldición, hechizo. Vale, no tenía ni idea. Pero la naturaleza no había creado aquel torbellino.
Todavía no habían pasado esos quince minutos, pero yo volví al punto de inicio.
Tan solo fue una corzadonada. ¿Y si Steve había ido directo al tornado? No, lo mejor sería esperarle y quedarse tranquila.
Miles
La radio seguía sonando, con música a petición de los jóvenes, normalmente baladas en inglés, tranquilas. Por un momento, sentí interferencias. Apenas le prestaba atención, hasta que finalmente todo era estática... Las únicas cadenas que no tenían interferencias eran las humanas. Algo cansado, las cambié para saber qué pasaba por ahí.
Grandes destrozos por Sicilia, Europa. Parecía que dos monstruos de mitología Griega habían aparecido.
<< Muchos dicen haber visto el rostro de una bella mujer tragando agua, llevándose a los barcos. Quienes se encontraban cerca de la costa estaban siendo atacados por una mujer cuyas piernas eran perros rojos. Seguramente serán alucinaciones. Sin embargo, se han encontrado varios cadáveres sueltos por la isla Europea, además de dos desaparecidos. Sus nombres son Adam Brair y Bianca Lodge. >>
Sentí como es que mi corazón paraba por un momento.
—¡Bianca!
Rápidamente, llamé a uno de mis contactos.
—Federic, dime la situación en la que se encunetra Bianca. ¿Le has seguido la pista?
—Desde que aparecieron dos monstruos marinos ha desaparecido... Lo acaban de decir las noticias.
Apreté los dientes.
—¡Inútil! ¿Crees que para esto te pago? ¡Más te vale encontrarla y llevarla hacia mí! ¡O si no venderé tu pellejo, ¿entendido?!
Steve
—¡Madre de Dios!
No me creía lo que estaba ocurriendo delante de mis ojos. Estaba en el lago, donde el remolino parecía llevarse el agua. Pero lo más extraño de todo eran los monstruos que aparecían ahí.
La gran cabeza de una mujer estaba saliendo de la superficia. Era gigante y parecía que podía matarme de un solo mordisco. Tenía el cabello negro como el ébano, mientras que sus ojos eran irisados como los de una serpiente, de un color ámbar.
Reía sin parar. Podía ver como es que había gente en el lago. Ella tragaba agua junto a las personas.
Sin embargo, otra mujer se dedicaba a lanzar rayos de sus manos. Esta tenía el mismo color de pelo que la gigante, pero tenía un tamaño normal. Sus piernas compartían el mismo color que su vestido. ¿Piernas? ¡Esos eran tres monstruos! ¡Tres perros!
Solté una exclamación. Ella ahora mismo se estaba comiendo un gato.
—Caribardis y Escila...—Murmuré. Por supuesto que atendía a las clases de mitoligía.
Comencé a retroceder y miré el reloj. Ya han pasado más de quince minutos. Debía hablar con Claire.
Sin embargo, nada más pronunciar el nombre de los monstruos las dos clavaron sus ojos ambarinos en mí.
—¡Un chico! ¡Un niño! ¡Nos conoce!
<< Por Dios... Se fijan en alguien como yo. Estas mujeres necesitan sexo, urgentemente. >>
No estaba para hacer bromas. Di media vuelta, dispuesto a correr. Sin embargo, sentí como es que unos fríos brazos me agarraban y me tiraban al agua.
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El rol no es lo mismo que la realidad :3